¡Oh! Venecia… ¿Quién no ha soñado alguna
vez con navegar en una góndola, con buena compañía, por los canales de la reina
del Adriático? Bueno, si no ha sido esa tu ilusión… no os preocupéis que de
Venecia, no se trata nuestro viaje en esta ocasión… pero sí, de un lugar que se
halla en la misma región de Véneto, al sur de “La Serenissima”.
"Cuando un hombre diabólico muere,
se despierta en Poveglia"
Proverbio veneciano
Proverbio veneciano
Poveglia es una pequeña isla, de 72 mil m2, ubicada a unos 5 kilómetros de
distancia al sur de Venecia, dentro de la laguna Véneta, Noreste de Italia,
sobre la costa del mar Adriático. Es una isla privada, el paso a los visitantes
está prohibido,… y no es para menos, Poveglia, aún conserva historias que no son
fáciles de oír, menos de revivir.
Isla de Poveglia, Noreste de Italia. |
Muchas veces hemos escuchado historias, de viejas
épocas, sobre cómo las islas, aisladas del continente y rodeadas de las traicioneras
aguas marinas, terminan siendo el lugar favorito para enviar lo que el resto de
la humanidad rechaza: presos, infectos o dementes. Poveglia cuenta un poco esta
misma historia, que aún hoy día sigue causando escalofríos y una extraña
fascinación.
La isla pudo haber servido de refugio a la familia
noble italiana de Los Este, y a los pobladores de Padua, durante las invasiones
bárbaras, en el s. V d.C. Este hecho es la primer referencia que se tiene de la
isla en la historia de Italia. Sin embargo, no fue por las guerras o las
invasiones como adquiriría su fama, sino en la llegada de la que será tal vez
la peor pandemia en toda la historias de la humanidad.
En el s. XIV, posiblemente al norte de India, no se
sabe con certeza, se generó un brote de una enfermedad que acabó con aproximadamente
80 millones de personas en todos los lugares afectados, desde China, India y
Medio Oriente, pasando por Europa y el Norte de África. La actividad comercial
pudo ser una de las causales de transmisión de la que será conocida como “La
muerte negra”. Se dice que entre 1347 y 1352, “la peste”, sólo en Europa, había
acabado con la vida de más de un tercio de la población. En Venecia, por la
cercanía a las aguas, la epidemia se esparcía con facilidad y los muertos se
apilaban por miles, generando mayor riesgo de contaminación a toda la
población. La solución dada, fue llevar a la isla de Poveglia los cadáveres,
que se ponían en una fosa común y se incineraban. Poveglia se convertiría en un
inmenso cementerio donde reposaron más de 150 mil cuerpos, durante la crisis de
“la peste negra” en Europa. Pero no solamente se transportaban los cadáveres de
quienes morían por la enfermedad, sino también todas las personas moribundas o
con sospecha de estar infectados, ancianos, hombres, mujeres y niños, que
incluso pudieron llegar a ser quemados vivos, en el afán de terminar con la letal
peste. Fue tan impresionante la mortandad, que en la isla es posible hallar una
capa gruesa formada sólo de huesos, que al parecer las mareas llegan a
arrastrar hasta las orillas de Venecia... inclusive, la actividad pesquera es
casi nula alrededor de la isla, por el temor de los pescadores a atrapar en sus
redes algún resto humano.
Pero la historia de Poveglia no termina aquí. La
isla permaneció prácticamente abandonada, fue casi olvidada… hasta que volvería
a ser utilizada para recluir en ella, enfermos mentales. En el año de 1922,
el gobierno italiano construyó, al sur de la isla, junto al mar, un hospital psiquiátrico
y una iglesia con un impresionante campanario. En la medida que iban llegando los
internados, estos comenzaron a percibir que en ese lugar había algo malo, muy
malo. Según se cuenta, los internos decían que la isla estaba maldita, que veían
sombras que deambulaban por todo el lugar y se escuchaban gritos, llantos y
lamentos, como también las campanas sonando a media noche; pero por su
condición mental todo fue diagnosticado como parte de los trastornos mentales
que sufrían.
Las mismas condiciones mentales de los internos, y
en aras de la ciencia aplicada a una técnica psicoquirúrgica experimental, la
lobotomía, que se empezó a realizar en la segunda mitad de los años 1930 en
seres humanos, basados en el estudio de lobotomías hechas a dos chimpancés… que
no sobrevivieron a la intervención, fue lo que llevó al director del hospital
psiquiátrico de Poveglia a experimentar con estas personas. Los internos
fueron sometidos a lobotomías, y a viejas prácticas como la trepanación, prácticas
que son consideradas hoy día… completas torturas ¿Imagináis el dolor y los
gritos? No se sabe exactamente cuándo, y sólo se especula por qué, el director
del hospital terminó suicidándose al lanzarse de lo alto del campanario de la
iglesia.
Este fue el fin relativo de la isla de Poveglia. Fue
abandonada definitivamente; vendida a una familia que no vive en ella (dicen
que tuvieron que dejarla después de estar ahí un día)… una familia que la
utiliza para cultivar viñedos, aprovechando la riqueza del suelo, abonado por
miles de restos… y no es mentira. Una isla abandonada, sólo por los vivos…
porque Poveglia es conocida… como “la isla de los muertos”.
Gracias por leernos… Si te gustó esta historia contada con el estilo ZD, comparte con todos tus amigos y amigas, ayúdanos a alcanzar más de un millón de seguidores… para seguir recorriendo juntos… la ZONA D.
24 de abril de 2015
¿Han jugado ustedes el juego “La
Lleva”, o “La Traes”, como se conoce en México? Pues bien, es un
divertido juego de correr, donde participa un grupo de niños y niñas. Dentro del
grupo se ha de elegir a un participante que será “el que la lleva” y después
de dar una ligera ventaja a los demás, sale a perseguirlos, y al alcanzarles los
toca en la espalda o la cabeza, gritando: “¡Lleva!”. El participante que
es tocado, automáticamente pasa a ser “el que la lleva” y perseguirá a sus
compañeros, hasta que logre tocar a alguno. No está demás decir, que el grupo
deberá correr para evitar ser tocado y… llevarla ¿Parece divertido, verdad?
Seguro quienes lo han jugado de chicos, con sus variantes dependiendo del país,
recordarán buenos momentos, muy divertidos, con sus amigos, amigas y vecinos…
En México, este juego tiene otro nombre,
uno muy particular… “La Roña”, y “roña”, es precisamente una enfermedad
de la piel o más conocida como sarna. Así que en el juego, el que lleva la
roña, intentará contagiar a otro… por eso buscan huir y no ser tocados. Pues
bien, el juego de “La Lleva”, parece tiene una historia similar. Según cuentan,
fue la manera como se logró, a través del tiempo, asimilar, en un juego, de una
manera divertida, la crueldad y el horror que ocasionó la peste negra en
Europa, durante la Edad Media… ¡Lleva! ZD
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