La casa de Drácula

"Bienvenido a mi casa.

¡Entre con libertad y por su propia voluntad!"

Drácula (1897)

Bram Stoker

Si nos hablan de la casa de Drácula, nos veremos impulsados a imaginar un tétrico castillo de corte medieval, elevado en la cima de los Cárpatos, en la región de Transilvania… en Rumania. Una historia fascinante, se los aseguro, sin embargo ese será tema de otro de nuestros viajes turísticos en ZONA D. En esta ocasión, visitaremos la casa donde nació… Drácula.

Vlad Tepes, nació en Sighisoara (noviembre, 1431), un Municipio en el distrito de Mures, en la región de Transilvania (Rumania). “Tepes”, no era exactamente su apelativo, de hecho era más un pseudónimo, acuñado por su particular manera como hacia justicia contra delincuentes, insidiosos y enemigos… “Tepes” en rumano, significa… “empalador”. Así, Vlad era conocido como: Vlad “El Empalador”. Aunque su apodo no le fue asignado sino hasta 1550, 76 años después de su muerte.

Vlad Tepes o Vlad III, fue un gobernante de Valaquia (ubicada hoy día en las regiones de Muntenia y Oltenia), entre 1456 y 1462, y que lucho con la pasión de un patriota, contras las invasiones otomanas a Europa, durante el siglo XV, así como la conquista de los húngaros a su territorio,… pero también contra la clase aristocrática de su país, a quienes les debía un odio absoluto, por considerar eran los asesinos de su padre y uno de sus hermanos. Esta lucha hizo que Vlad III, iniciara una campaña de liberación de su territorio, que dejó estelas de horror y crueldad. Cuentan las historias, que durante su campaña militar y de gobierno, en busca de apoyo y comercio con la población, en algunas ciudades donde no lo aceptaban ni le pagaban tributo o no comerciaban con él, ordenaba empalar a sus habitantes, hombres, mujeres, ancianos… y niños. En 1459 hizo que más de 20.000 colonos alemanes rebelados, de ciudades como Kronstadt (hoy Brasov) y Hermannstadt (hoy Sibiu), en Transilvania, fueran empalados. Otra historia que se cuenta, fue como, ante la visión aterradora de millares de cuerpos empalados y en alto grado de descomposición ubicados a lado y lado del río Danubio, un gigantesco ejército turco otomano comandado por Mehmed II, que pretendía invadir Valaquia… simplemente se regresara nuevamente a Constantinopla, ante el horror de lo que se llamó “el bosque de empalados”… más de 23.000 prisioneros húngaros, turcos y familias enteras de colonos alemanes (sajones). ¿Pueden imaginar un escenario tan espantoso? Sin embargo, por tales actos, por su estricta justicia y lucha libertadora, Vald Tepes es considerado un héroe Nacional, siendo su casa un destino turístico muy apetecido…

Vlad Tepes, “El Empalador”, o Vlad III… príncipe de Valaquia, hijo de Vladislav II, muerto por la traición de los nobles boyardos, fue la inspiración del escritor irlandés Bram Stoker, para su novela culmen… Drácula (1897). Se dice que el escritor, se inspiró en este personaje, posiblemente por sus actos sanguinarios o, dentro de las leyendas que recorren cada rincón, decían que incluso gustaba de beber sangre durante las ejecuciones por empalamiento. El uso del nombre “Drácula”, probablemente se deba a la orden en la que fue acogido el padre de Vlad, en 1431…, la Orden del Dragón, una orden militar católica, cuya misión era luchar contra todo enemigo de la iglesia. Para referirse al “dragón” se usa la expresión: Drăculea, cuyo diminutivo “Dracul”, fueron conocidos también padre e hijo (Vlad Dracul o Draculea), que etimológicamente significa tanto dragón… como demonio.

La casa de ciudadela medieval donde nace Vlad Tepes, se encuentra en la ciudad de Sighisoara, en los Cárpatos transilvanos, a unos cuantos metros de la Torre del Reloj, construida en el siglo XIV para proteger la puerta principal de la ciudad. Junto al cementerio y la población de Sighisoara, en su mayoría sajones transilvanos, conforman un centro histórico que permitió ser incluida por la UNESCO, como Patrimonio de la Humanidad en el año de 1999.

Por donde lo veáis, este es un muy atractivo viaje turístico a un lugar histórico y fascinante de Europa Oriental, lleno de historias, leyendas y personajes fantásticos. Seguro te traes muy buenas fotos y recuerdos… De todas maneras, si decides visitar la casa de Vlad Tepes, en Sighisoara… Transilvania, no está de más que lleves en vuestro equipaje un collar de ajos y por qué no… una estaca de madera.

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